Cómo lavar o limpiar un colchón

Normalmente, lavamos nuestras sábanas y fundas de edredón con regularidad, pero casi siempre olvidamos lavar nuestros colchones. Pero debes tener presente, que a fuerza de uso, los colchones pueden acabar siendo refugio de bacterias y se pueden deteriorar más rápidamente si no se les hace un adecuado mantenimiento. Para ello te enseñamos cómo puedes lavar o limpiar un colchón correctamente para que dure mucho más tiempo.

1. ¿Por qué lavar y limpiar los colchones con frecuencia?

   Lavar un colchón es necesario para mantener una higiene adecuada y sobre todo mantenerlo en buenas condiciones durante más tiempo. Dado que es uno de los espacios en los que pasamos gran parte de la noche, además de estar relacionado con nuestros momentos de relajación y descanso, un colchón debe ser un espacio limpio y confortable.

   En cualquier caso, esto puede afectar profundamente la calidad de tu sueño, por lo que te aconsejamos que tengas cuidado en este punto. De hecho, un entorno saludable es fundamental para dormir lo mejor posible todos los días. Así que no pongas en dudas, estos consejos para limpiar adecuadamente tu colchón.

2. Ventila correctamente la estancia

   

   El primer paso para mantener el colchón limpio es ventilar correctamente el dormitorio. Es por esta razón por la que no te recomendamos hacer la cama en el mismo momento de levantarte, sino que dejes que el aire del exterior renueve la estancia al menos por unos 15 minutos.

   • Mientras tu habitación se ventila, echa la ropa de cama hacia los pies del colchón, quita las almohadas y sacude las sábanas.

   De este modo tu colchón también se ventilará correctamente y ni los ácaros ni ninguna otra suciedad quedará adherida a su superficie.

3. Pasa un aspirador frecuentemente

   

   Cada vez que cambies las sábanas, o al menos cada dos semanas, recuerda realizar una limpieza adecuada a tu colchón. 

   • Para ello debes pasar un aspirador frecuentemente de modo que la suciedad no se acumule y desaparezca cualquier resto de partículas y evitar que proliferen los ácaros de polvo. Si es una aspiradora a vapor mucho mejor.

   Al eliminar el polvo y la suciedad del colchón, no solamente estarás asegurando tener un colchón más limpio, sino que evitarás que aparezcan afecciones respiratorias o reacciones alérgicas derivadas de los ácaros de la cama.

4. Voltea el colchón cada cierto tiempo

   

   Por otra parte, para garantizar un correcto mantenimiento y cuidado de tu colchón, toma esta práctica de costumbre.

   • Recuerda voltearlo al menos 4 veces al año para que sus propiedades se conserven y para evitar la aparición de deformaciones, que pueden afectar tu salud con el tiempo, provocando dolores de espaldas y otras partes del cuerpo.

   Además, al voltear el colchón cada 3 meses, podrás efectuar el mantenimiento y limpieza de ambas superficies por igual, lo que garantiza que tu colchón se mantendrá en mejores condiciones.

5. Minimiza el riesgo de manchas cuidadosamente

   

   Finalmente, en el caso de que por algún accidente, se produzca un derrame que pueda crear una mancha en tu colchón, es necesario que actúes con cierta rapidez para que los elementos penetren lo mínimo posible dentro del tejido del colchón.

   • Con un poco de jabón, y evitando mojar demasiado el colchón para que no aparezcan más tarde problemas de humedad, es posible eliminar las más superficiales.
   • Si las manchas son más persistentes puedes aplicar un poco de vinagre blanco y dejar que actúe al menos 10 minutos.
   • Luego, espolvorea bicarbonato de sodio para que haga reacción y disuelva la mancha.
   • Pasa la aspiradora para quitar el bicarbonato y observa el resultado.
   • Si aún quedan restos, puedes pasar un paño humedecido en agua oxigenada y frotar hasta hacerla desaparecer.
   • Si el colchón se ha humedecido, espera que se ventile o pasa un secador y la aspiradora nuevamente. De este modo evitarás el mal olor del colchón.

Además de emplear estos consejos para lavar y limpiar tu colchón con regularidad, recuerda que es importante que cambies tu colchón cada 10 años, ya que a pesar de contar con un buen mantenimiento, es inevitable que la suciedad se quede adherida con el paso del tiempo, y que aparezcan deformidades que pueden afectar a tu descanso.